miércoles, 16 de diciembre de 2009


En julio el secretario general de las Naciones Unidas, U-Thant, expresa su deseo de no ser reelegido. Su decisión se atribuye a la poca atención que las potencias prestaron a sus gestiones de paz. Francia abandona la NATO y hace estallar su bomba atómica en el atolón de Mururoa, en el Océano Pacífico, cerca de Tahití. Los Estados Unidos conocen un nuevo tropiezo en la conquista del espacio con el estallido del gigantesco cohete Saturn I B, precursor del vector que lanzará a la luna a los astronautas tres años después. Mientras, estalla otra ola de violencia racial, alentada por los seguidores de Stokely Carmichael, creador del “Poder Negro”. El presidente Lyndon Johnson la cataloga como obra de “una conspiración general”.
En los primeros meses de 1967 un golpe militar depone al rey Constantino de Grecia. Una junta de coroneles se hace cargo del país. Durante el mes de junio un episodio que conmueve al mundo es la “Guerra de los Seis Días”, entre Israel Y Egipto, que junto con el resto de los países árabes nunca aceptó la creación del Estado de Israel. Pese a que la agresión armada partió de Egipto, Israel en sólo seis días revierte el conflicto a su favor y se convierte en el indiscutible vencedor. Nasser, a quien se llamó el “Faraón del Siglo”, había abandonado sus galones frente al general israelí Moshe Dayan, conocido como “el tuerto heroico” por haber perdido un ojo combatiendo junto a los ingleses durante la Segunda Guerra Mundial. (Ref. tira 6 de junio ’67).
El 17 de junio de 1967 China hace estallar su bomba de hidrógeno, lo que significa el triunfo de la línea dura de Mao, tanto internamente como frente a Estados Unidos y la Unión Soviética. La agencia “Nueva China” define a Mao como “el más grande marxista leninista de nuestra era”, mientras se extiende por el mundo la psicosis del peligro amarillo ante la posibilidad de que China se convierta en una potencia nuclear.

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