jueves, 31 de enero de 2013

Una canción...

No sé por qué, pero esta canción me trae sabor a mar, a rumor de olas... (pero en otoño/invierno, nada de verano, eh? que con el ruido que suele haber en esa estación del año en la playa ni modo de percibir estas sensaciones).

miércoles, 30 de enero de 2013

Camino hacia la administración cavernícola


Si antes resultaba a veces difícil llevar a cabo las tareas de oficina a causa de las absurdidades burocráticas, ahora las situaciones que se dan en el trabajo son  demenciales!!
Aquí van como ejemplo algunos hechos sucedidos hoy mismo:
Ya llevábamos tiempo solicitando nos sea suministrado papel "con membrete" o sea con el nombre y dirección del Departamento, hasta que ya ha llegado el momento en que no nos quedaba ni una hojita de él. Nueva reclamación a la imprenta del propio edificio, y la respuesta que nos han dado esta vez ha sido definitiva: "No dispondréis de este  papel hasta dentro de más o menos mes y medio, pues primero han de producir los destinados al nuevo Consejero". Así que no hay otra solución que confeccionar el formato en Word, e imprimirlo por nosotros mismos.
Y aquí aparece otro problema: ¿Cómo quieren que primero imprimamos las hojas y luego sobre las mismas confeccionemos las notificaciones siendo como estamos tan escasos de tóner para las impresoras? (para solicitar un tóner se ha de justificar al máximo de que el anterior está completamente agotado, y con suerte, esperar horas (o más bien días) hasta que se decidan si otorgarte uno de nuevo).
Por si esto fuera poco, a alguien se le ocurrió modificar las plantillas de los documentos, así que cuando los abríamos....¿qué era aquello? Unas plantillas que se desconfiguraban tan sólo empezar a escribir en ellas!!
Preguntada la responsable de todo ese galimatias, la respuesta taxativa que hemos recibido ha sido: "Yo modifiqué las plantillas, pero no las he verificado, eso es tarea vuestra, pero es preceptivo que utilizeis a partir de ya mismo este modelo 725".
¿725? a la porra con el 725!! Teníamos notificaciones por hacer y no admitían demora alguna. Así que en cuanto obteníamos el documento anulábamos por completo el formato, para así volver al antiguo. ¡¡Notificaciones hechas!! biennn.
Pero ha durado poco la alegría  Cuando las íbamos a cursar via electrónica, resulta que el servidor de la plataforma EACAT no funcionaba. O sea un servidor que no servia para nada.
En mi caso en concreto tenía un Ayuntamiento aguardando frente al ordenador a que le llegara nuestra carta. Así que lo único que se me ha ocurrido y ha sido eficaz, es mandársela mediante un sistema bien sencillo: email.
A todo eso yo le llamo trabajar contracorriente, no? Suerte que ya estamos avezados a ello e improvisamos sobre la marcha, pero de seguir así las cosas ya me veo redactando como en la prehistoria, o sea: con un martillo y un cincel escribiendo sobre una piedra y haciendo el correspondiente envío mediante correo-brontosaurio.

viernes, 25 de enero de 2013

Capitanes y marineros


¡¡Qué tiempos aquellos en que la profesionalidad, la satisfacción por la tarea  bien hecha hacían que el trabajador fuera apreciado por su patrón!!.

Ahora tales cualidades de nada valen. El patrón sólo quiere producción y más producción, resultados y más resultados, llegando a exigir al trabajador más de lo humanamente posible, y recriminándoles por no cumplir las expectativas.

Y eso de las “expectativas”, es más que cuestionable. ¿Son expectativas reales? o sea que se deberían cumplir para que la empresa siga manteniéndose en pie, o son expectativas irreales, aquellas de que por pedir, por desear, que no quede.

Así las cosas, los empresarios parecen quedarse con ésta última opción, la cual les sirve para exigir y exigir, amenazar y amenazar a sus empleados. ¿Y quien puede trabajar a gusto de esta forma? NADIE. ¡¡Qué mala política de empresa!! Si se quiere que una nave funcione, han de implicarse todos por igual: Capitanes, marineros y grumetes (incluso algún que otro polizón), y ha de ser a base de cordialidad, complicidad, y apoyo mutuo, lo cual les ayudará a llegar a buen puerto y, aunque así no fuera, al menos habrían tenido una navegación por mares tranquilos, sin tormentas creadas por el propio barco (empresa).  De lo contrario, a la marinería le dan ganas de saltar de la nave y subirse a la primera que pase cerca (aunque tuvieran que hacer auto-stop náutico).

Nota: Este post está dedicado a un buen marinero que tiene un muy mal capitán.

jueves, 24 de enero de 2013

Días de rosas y espinas...

Otra vez de nuevo aquí. Casi se podría decir que al entrar en el blog he tenido que dedicar un tiempo a limpiar las telarañas. Y cual es el por qué de éste regreso. Quizás por el puro hecho de dejar constancia de los hechos que están sucediendo en mi tierra: Catalunya.

Tras una celebración de nuestra fiesta nacional, 11 de septiembre, llena de fuerza y entusiasmo reivindicando nuestra independencia, los gobernantes se encontraron que a partir de aquel momento eran ellos quienes debían actuar en consecuencia ante este clamor popular. Y, así fue como lo que primero que hicieron fue promulgar unas nuevas elecciones, donde los diversos partidos pudieran incluir o no su voluntad de independencia. Llegados a este punto debo precisar que el que era Presidente por aquel entonces pensó que revalidaría su puesto con una mayoría de votos aplastante. 


Y aunque sí que ganó de nuevo, esa victoria resultó ser un tanto amarga: había perdido apoyo popular. Los escasos dos años de gobierno había pasado factura, ya que se habían caracterizado por una amplia serie de recortes presupuestarios principalmente en cuanto a ayudas y subvenciones para los más necesitados y, por contra, un incremento en los impuestos.


Así que aunque su programa político hablaba de que daría los pasos necesarios para conseguir la independencia, el pueblo decantó su apoyo a otros partidos que apoyaban el independentismo y por tanto la nueva configuración del Parlamento dejó bien patente este ideal de futuro.


De más está decir que el Gobierno de España, si ya de antes del pasado 11 de Septiembre, se mostraba receloso ante los catalanes, merced a todos estos hechos aumentó su desconfianza y su miedo (aunque esto último intentaran e intenten disimularlo al máximo utilizando el menosprecio).


Y ayer se produjo un acontecimiento singular, incluso muchos dicen que histórico: En el Parlamento se llevó a votación la "Declaración de la soberanía de Catalunya", resolución que, de ser aprobada, daria inicio a llevar a cabo los trámites precisos para un plebiscito popular en el cual los catalanes habrán de decidir si seguir con sus ansias de independencia o desistir de ellas. 


Tal como se preveía, la Declaración fue aprobada por mayoría parlamentaria. Los partidos políticos: CiU, Esquerra Repúblicana, Iniciativa y la CUP, votaron a favor. El PP y Ciudadanos votaron en contra. Y en el seno del Partit Socialita de Catalunya (PSC/PSOE), se produjo el gran cisma, tal como todos sospechábamo: La cúpula decidió acatar las órdenes de sus dirigentes centrales, o sea el PSOE, y por tanto, votar en contra. Pero hubo 5 "disidentes" que votaron en blanco.


De más está decir la cara que puso el Presidente del PSC cuando la Presidenta del PP en Catalunya le soltó en pleno estrado que con esta decisión quedaba demostrado que habían visto la luz  y se habían unido a ellos: Realmente humillante. Pero no tuvo más que tragárselo, aunque si el PSC votó en contra no fue tanto por considerarse "españolistas acérrimos", sino porque ellos creen en el proyecto de un  Estado español federal.


Ni qué decir de los exabruptos que hoy han lanzado algunos miembros del gobierno español y sus medios de comunicación afines (los llamados "cavernas mediáticas"). A los catalanes, menos bonitos, nos han llamado de todo. No entiendo tanta obstinación en contra de que un pueblo se defina y más pensando que quizás los acontecimientos futuros irán a favor de ellos, ya que pienso que quizás si finalmente se realiza el plebiscito puede ser que sea contrario a la causa catalana: En estos momentos de grave crisis económica puede que a muchos, por muy catalanistas que sean, les venza el temor de un estado catalán sin un céntimo en sus arcas, pues aunque muchos economistas digan que tenemos amplias posibilidades de echar adelante e incluso convertirnos en una potencia económica, para que ello se consiga hay que tener, ya de buen comienzo,  la capacidad de invertir, de crear trabajo, etc.


Seguiré informando.....