miércoles, 3 de febrero de 2010

De errores y horrores

"Sostener que el error forma parte de la condición humana es una opinión anticuada. El error no es humano: es sólo ciudadano, porque hay gente que jamás se equivoca. Ustedes ya saben de quien hablo: de los políticos.

Y me pregunto… ¿de qué celestial virtud estarán dotados éstos para que nunca reconozcan que cometen el menor error?

¿Qué medicación ingiere Blair para inventarse una guerra y ahora asegurar que la volvería a armar? ¿De qué pasta es el cerebro de Berlusconi que cambia leyes para no ser ajusticiado y encima, vomita sobre los jueces? Y sin ir tan lejos… ¿qué corrientes eléctricas recorrían los cerebros de nuestros políticos para que, cuando toda Europa respiraba crisis, aquí nos insistían en que éramos de lo más sano y que para qué medicarse? ¿Por qué no reconocen que de crear riqueza, que es la única manera que existe para después poderla repartir, no tienen ni idea?

Si queremos crear la super-raza, bueno sería que, en los planes de educación, los niños recibieran clases de introducción a la política. De esta manera, el futuro sería el de ciudadanos felices porque, por mucho que se equivocaran, jamás contemplarían el tener que aceptarlo.

Dicen que el error es humano, pero si quieren rozar la perfección la solución es fácil: sólo hay que dedicarse a la política, cuanto más en mayúsculas, mejor. Con una ventaja extra… no tendrán que esperar a los 67 años para cobrar la pensión."

Editorial de un periódico local

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