martes, 24 de noviembre de 2009

Los bancos


Yo debo reconocer que mi relación con los bancos es difícil. Noto que no hay buen feeling. Y eso que inventaron la tarjeta de crédito, que es muy útil. Yo cuando era pequeño recuerdo que las abuelas te daban aquel monedero enorme y relleno, azul marino, concretamente, para ir a la compra: "Toma, niño, tráeme una barra de pan". ¡¡Y pesaba, aquello!! Y cuando lo abrías, las monedas se liberaban...Ahora no: ahora vas con la tarjeta de crédito, que no pesa y no abulta. No se ve, no se nota...pero traspasar, traspasa, eh? No se huele, pero traspasa. Sobretodo a finales de mes, traspasa mucho.

Pero a pesar de todo, con los banco no me llevo muy bien. A pesar de que me envían cartas cada día, quieren ser amigos mios, pero nunca les contesto. ¿Que me dirán? "Está en números rojos". ¿Y qué? Me gusta vivir en números rojos. Y los cajeros automáticos, a mi me tienen mania. Porque mira que voy (perdón) con puteria, eh? Voy cambiando las horas para que no se acostumbre...Pero siempre me reconoce. El otro día pongo "sacar dinero" y me sale un dedo así en pantalla (alzando el dedo anular). Faltón, eh?

Porque además, los bancos no los hacen acogedores. Pudiéndolos hacer, no los hacen. Ponen esa raya en el suelo de "espere aquí su turno y no puede pasar de la raya". Y yo siempre pruebo de pasar el pie, a ver que pasa. ¿Que pasa? ¿Que se puede venir abajo el edificio? "Oh, es que no puede..." "¿Quien lo dice?" Monté un pollo el otro día...Estaba nervioso, paso una mala época....Ohh aquellos bancos enooooormes, donde solo hay dos tíos trabajando. Y normalmente no se hablan entre ellos. Hay una mala leche de miedo allí dentro!! Dices: "Vengo a efectuar un ingreso". "Vaya al de allá...".Vas al de allá y dices: "Que me ha dicho el de allá que venga acá". "Ah, ¿si? Un momento". Y se tira media hora para atenderte, de la rabia que le has hecho coger. ¡¡Sin saberlo!! Hay muy mal rollo...El aire acondicionado se ve que se pone en el cerebro, y con el contacto con el dinero...La tinta de los billetes va al hipotálamo, y cuando llega al hipotálamo, caray....entonces ya déjalo perder!!

Yo, sabes que? Haré lo mismo que ellos cuando me quieran cobrar intereses: espérese en la raya, por favor. Pero en la "raya" del ecuador.


Monólogo de Andreu Buenafuente

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