domingo, 9 de mayo de 2010

La Unión Europea....o La Cigarra y la Hormiga

Hoy en muchos paises latinoamericanos se celebra el dia de la madre, aquí en España se celebró el pasado dia 2 de mayo, y hoy lo que “celebramos” es el Dia de la Unión Europea.

Ya sea el 2 o el 9, el dia de la Madre creo que es Siempre. Porque me consta que no por no ser su Dia, dejan de atender sus responsabilidades familiares. Dando atención y cariño a sus pekes.

Y eso de celebrar el Dia de la Unión Europea, ¡¡con la que está cayendo!!, media Europa queriendo salirse de dicha Unión o al menos no tener que acarrear con los graves errores en que han incurrido algunos paises, y con ello ver arrastradas sus economias a un peligroso abismo.

Será que la Unión Europa ya no tenia razón de ser desde buen principio? Que su “tiempo ya pasó” al no poder conformarse en su día según los deseos de Napoleón de crear unos Estados Unidos de Europa similar a los que se estaban creando en Norte América? Claro que sus métodos fueron un tanto expeditivos y así ni modo de que nadie se uniera de forma voluntaria a su proyecto. A “las malas” no se consigue nunca nada bueno.

Europa está conformada por gentes de muy diversa forma de ser. Unos están prácticamente en las antípodas de los otros. Lo cual podria dar lugar a comparaciones como la fábula de Samaniego de "La cigarra y la hormiga".
¿Os acordais de ella?

Cantando la Cigarra
pasó el verano entero,
sin hacer provisiones
allá para el invierno;
los fríos la obligaron
a guardar el silencio
y a acogerse al abrigo
de su estrecho aposento.
Viose desproveída
del preciso sustento:
sin mosca, sin gusano,
sin trigo y sin centeno.

Habitaba la Hormiga
allí tabique en medio,
y con mil expresiones
de atención y respeto
la dijo: Doña Hormiga,
pues que en vuestro granero
sobran las provisiones
para vuestro alimento,
prestad alguna cosa
con que viva es te invierno
esta triste Cigarra,
que, alegre en otro tiempo,
nunca conoció el daño,
nunca supo tenierlo.
No dudéis en prestarme;
que fielmente prometo
pagaros con ganancias
por el nombre que tengo.

La codiciosa Hormiga
respondió con denuedo,
ocultando a la espalda
las llaves del granero:
¡Yo prestar lo que gano
con un trabajo inmenso!
Dime, pues, holgazana
¿qué has hecho en el buen tiempo?

Yo, dijo la Cigarra,
a todo pasajero
cantaba alegremente,
sin cesar ni un momento.

¡Hola! ¿con que, cantabas
cuando yo andaba al remo?
Pues ahora, que yo como,
baila pese a tu cuerpo.

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